Si te han pasado algunas de estas cosas, eres adicto a comer fuera de casa


Si te han pasado algunas de estas cosas, eres adicto a comer fuera de casa
Existen muchos tipos de personas. Las hogareñas, que por definición se sienten más cómodas en el sofá de casa arropadas con una manta viendo la televisión. Las compradoras compulsivas, amantes de los centros comerciales y de las rebajas tipo “Black Friday”. Las nocturnas, una etapa por la que todos hemos pasado y a la que en días señalados no podemos evitar volver. Las diurnas, personas que a una determinada edad valoran despertarse pronto para “aprovechar el día”, pero sin duda, las que más nos gustan a nosotros son las personas adictas a comer fuera de casa.

No os engañéis, comer fuera de casa no es sinónimo de mal cocinero, es sin duda aquella persona que no sabe parar dentro de casa y que le gusta compartir los momentos libres que le deja el trabajo y las obligaciones del día a día en un entorno que le permita desconectar.

Ahora sí, ¿eres realmente un adicto a comer fuera de casa? Como bien dice nuestro titular, os hemos preparado una breve lista de indicadores que os harán reconoceros rápidamente como gastroadictos.

1. Siempre encuentras cualquier excusa para salir un ratito de casa. La comodidad de comer fuera y no tener que cocinar o limpiar después es tu pretexto más utilizado para convencer a tu pareja.

2. Te has convertido en una especie de “radio patio” y conoces todas las novedades de tu ciudad. Si un restaurante nuevo ha abierto, eres el primero en decir: “Habrá que ir”.

3. Cumpleaños, aniversario, un proyecto que ha salido bien, todo hay que celebrarlo y que mejor manera de hacerlo que salir a comer.

4. También puede ocurrir todo lo contrario. Has tenido un mal día, te ha dejado tu novi@, te han despedido,… y por supuesto necesitas desconectar.

5. Para ti ya es un clásico salir a comer siempre que recibes visita, ya que hay que hacer algo de turismo, mejor con la tripa llena.

6. Te confiesas adicto al cocido y nadie lo hace mejor que… Restaurante La Cave (si no lo has probado, ya tienes la excusa número 7)

Cocido La Cave

7. Te apuntas sin dudarlo a todos los eventos gastronómicos de tu ciudad.

Nido crujiente de codorniz escabechada con pasta kataifi y huevo. Tapa galardonada en las Jornadas de Tapas 2016.
El chipirón relleno del lucio

8. Aunque no te haya convencido mucho un día, siempre acabas diciendo: “bueno, habrá que darle otra oportunidad”.

9. Te has vuelto adicto a ese plato que ponen y que no te puedes resistir. Es como un antojo que nunca se quita.

Solomillo de buey a la pimienta o cabrales.

10. Los domingos no hay nada que hacer y siempre propones salir a cenar.

11. Al llegar de vacaciones siempre te pasas un par de días comiendo y cenando fuera. En esta ocasión casi no tienes que esforzarte en convencer a tu pareja, ya que entre maletas, descansar y ver a la familia, “no habéis tenido tiempo de pasar por el súper”.

12. No existe una reconciliación sin pasar por un buen restaurante.


13. Es la forma perfecta de salir de casa un sábado por la tarde y lograr que la gente se quede a tomarse al menos la primera copa.

14. Si tienes que dar una gran noticia, siempre reservas para comer fuera, así le das más emoción a la cosa.

15. Conoces al dueño, al camarero, al cocinero o todos y por supuesto, tienes que ir.


Seguro que te reconoces en muchos de los “motivos” que los gastroadictos utilizamos constantemente para salir a disfrutar de una buena cena.

Por supuesto, esperamos que La Cave sea para ti uno de tus lugares favoritos por haber conquistado tu paladar, pero en nuestra casa serás bienvenido sea cual sea el motivo. #Nosencantanlosgastroadictos