El pisto manchego, una joya gastronómica
“¡Pero qué pisto!”. Seguramente no sea la primera vez que lees o escuchas esta frase. Es una frase muy castellana que utilizamos con bastante frecuencia para referirnos a una situación en la que las cosas se encuentran muy revueltas. Y existe un plato muy castellano y muy revuelto pero que está para chuparse los dedos: el pisto manchego.
El pisto es una palabra castellana que significa muy troceado y muy revuelto y le viene al dedillo para una receta muy nuestra con un sabor muy característico. Algunos ya conoceréis todos los ingredientes, pero si venís a Toledo a pasar el día y queréis iros con buena experiencia y buen sabor de boca os recomendamos probar el pisto manchego, una joya gastronómica.
Esta receta tan nuestra es un sofrito de verduras compuesto por calabacín, pimiento verde, cebolla y tomate, pero su tiempo de fritura es bastante más extenso de lo normal para que suelte todo su sabor y se ablanden sus ingredientes.
Eso sí, no probarás uno igual que en La Cave: pisto manchego con huevo de codorniz y crujiente de jamón.