A mi hijo sólo le gusta el burguer


A mi hijo sólo le gusta el burguer
Si eres mamá o papá seguro que esta frase te resulta muy familiar. A medida que los peques de la casa se van haciendo un poquito más mayores, comienzan las “peleas” por la comida.

Los niños prefieren lo que todos conocemos como comida rápida, pero no siempre podemos decir que sí. Nuestro reto: lograr que nuestros hijos coman de todo.Hoy os dejamos algunos tips que esperamos que os sirvan para lograr que vuestros hijos coman de todo:

1- La fruta y la verdura suelen ser sus grandes enemigos, pero también influye muchas veces nuestra forma de prepararlo y presentarlo. Prueba a elaborar macedonias con frutas variadas o incluir en un yogur trocitos muy chiquititos para que se familiaricen con este buen hábito.

2- Hoy en día casi todos los restaurantes tienen menú infantil, platos más ligueros que nos permiten ir descubriendo a nuestros hijos nuevos sabores.

3- Los guisos también suelen ser platos poco populares entre los niños, pero siempre podemos dar una vuelta a la receta o presentación para que sean amigos de la cuchara desde pequeñitos. Por ejemplo, el cocido es un plato “pesado” que en cada casa se come de una forma y que normalmente conlleva cambiar de platos dos o tres veces. Si tu hijo es todavía muy pequeño, una opción muy buena es coger un poquito de caldo, garbanzos, verdura y carne y pasarlo todo para tener un puré de cocido. Tardarán menos en comérselo y estarás incluyendo todos los ingredientes del plato en uno.

4- Las lentejas es otra receta con muy pocos amigos entre los más pequeños y casi todas las mamás acaban haciendo puré, invirtiendo mucho más tiempo y con más o menos el mismo resultado. Lo bueno de la cocina tradicional es que no hay dos recetas iguales. Un truco que funciona fenomenal con los niños es echar un puñado de arroz. También podéis probar a añadir un poco de bacon, un poquito de tomate o alguna especie que sepáis que vuestros hijos les gusta y que por supuesto no transforme el guiso en otro plato.

5- El pescado o los asados, también suelen ser candidatos a platos “problemáticos”. Los sabores muy fuertes muchas veces son nuevos, por lo que debemos introducir poco a poco cambios en su menú diario. Aunque lo más cómodo es recurrir a los rebozados para camuflar un plato de merluza, debemos educar a nuestros hijos para que puedan, sepan y quieran comer de todo. Tenemos una gran variedad de pescado, lo primero que debemos hacer es ir probando y averiguar cuál es su favorito.

6- Otra medida muy socorrida es “chantajear” al niño para que coma aquello que hemos preparado o pedido en el restaurante a cambio del postre. Los niños son adictos al dulce y si probamos a utilizar este punto como premio, podremos negociar con mayor facilidad con ellos. Eso sí, no se puede convertir en una costumbre, pero puntualmente nos puede ayudar a logar que se coman eso que siempre se dejan a medias en el plato.

7- La pasta. Los peques son los fans número de uno de toda la pasta del mundo. Los espaguetis o macarrones a la boloñesa suelen ser sus platos preferidos, juega con eso. Podemos añadir a la receta verdura, legumbres, carne o pescado.

8- Anima siempre a tu hijo a que pruebe todo. Si salís a comer fuera de casa y cada uno os habéis pedido algo distinto, ofrécele. Es importante que desde pequeños estén dispuestos a probar cosas nuevas y que su primera respuesta no sea un no. Si conseguimos que estén dispuestos a probar, habremos logrado el primer paso.

En nuestro restaurante tenemos una primera planta en la que podrás disfrutar de nuestras tapas y comenzar ese buen hábito con toda la familia. Salir fuera de casa sin renunciar a comer sano.

¡Os esperamos!